Día Internacional de la Mujer Trabajadora
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8 de marzo: Día Internacional de la Mujer Trabajadora
¡TRABAJADORAS SOMOS TODAS!
¡VIVAS LIBRES Y DESENDEUDADAS NOS QUEREMOS!
¡REFORMA JUDICIAL FEMINISTA!
Este 8 de marzo, reivindicamos las luchas de siempre y ponemos en valor las conquistas de los últimos tiempos. Pero queremos expresar nuestra preocupación por las consecuencias atroces del sistema capitalista globalizado en la vida cotidiana de las mujeres, agudizadas por la pandemia Covid-19.
La pandemia, la crisis y el endeudamiento criminal del gobierno de Macri, por cuenta y orden del poder económico concentrado, pone a nuestro país en una situación de extrema vulnerabilidad económica, con niveles de pobreza y desigualdad inaceptables. Sabemos que estas condiciones se manifiestan con mayor crudeza en las mujeres, quienes debemos soportar acrecentadas las distintas formas de violencia, así como la enorme responsabilidad que nos asigna el patriarcado en el sostenimiento de los medios de supervivencia de nuestras familias.
Es necesario seguir avanzando en el reconocimiento económico de las tareas de cuidado, que significan un invisibilizado aporte de millones de horas de trabajo no remuneradas de las familias, fundamentalmente de las mujeres, a la generación de riqueza de la sociedad.
La violencia de género sigue siendo un flagelo para las mujeres a nivel nacional y global.
Necesitamos una reforma judicial con perspectiva de género que permita un acceso a la justicia igualitario.
En estos años hemos alcanzado, a partir de nuestras luchas y de la visibilización de la desigualdad en la que estuvimos inmersas, avances hacia el camino de la igualdad.
En nuestro país, a las amplias conquistas feministas de la década ganada kirchnerista, sumamos ahora, de la mano de nuestro gobierno, la creación del Ministerio de la Mujer, la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) , la ley de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, la paridad de género en la actividad política y también en espejo en algunos otros ámbitos. Además, la ley Micaela que establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública, en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación, la confección de presupuestos públicos con perspectiva de géneros, la creación de la primera Dirección de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, entre otros logros.
A pesar de todo lo alcanzado, sabemos que la igualación de derechos y el empoderamiento de las mujeres tienen muchas otras cuestiones, que deben seguir un camino de lucha y de concientización, que como todo proceso requerirá de unidad y convicción de todas y todes.
Por lo conquistado y por todo lo que aún falta, nos movilizamos y reafirmamos que vamos por más derechos.