Por qué necesitamos un día internacional, sería la pregunta de rigor, en relación con el rol que jugamos y podemos llegar a desarrollar en la ciencia las estudiantes y las científicas. A esta altura de las circunstancias, nos queda claro que los días internacionales, sirven para visibilizar situaciones de injusticia y de conculcación o más sencillamente de falta de derechos y oportunidades.
La cuestión de las niñas y mujeres y su acceso a un derecho fundamental, el de la educación y el desarrollo de sus capacidades en la ciencia es obviamente de larguísima data. Mujeres que reflexionan, estudian, desarrollan proyectos, compiten en el mercado laboral en todas las áreas de manera igualitaria, significa, ni más ni menos que alcanzaron un nivel de empoderamiento, de autonomía y se acercaron a lugares vedados históricamente (muchas veces, poniendo en peligro su propia vida, si miramos hacia atrás, y observamos las luchas de algunas mujeres que abrieron el camino del conocimiento).
El conocimiento es poder, el patriarcado lo tuvo presente a lo largo del tiempo, es así como se construyó un conocimiento que no nos incluía y en el que con mucha dificultad y de manera pacífica nos fuimos encontrando a pesar de la resistencia corporativa de muchos.
Hoy es necesario seguir haciendo visible que la discriminación por género está presente en la ciencia. Las mujeres tenemos menos becas, menor remuneración como investigadoras, por nuestras históricas tareas de reproducción y cuidado, que están muchas veces contempladas en un sentido negativo, tenemos menos posibilidades de acceso a las áreas del conocimiento que construirán el futuro de la humanidad y que necesitan de todas las miradas, por ej. ingeniería, la nanotecnología, la robótica, la inteligencia artificial, cuestiones fundamentales ya y a futuro.
Las niñas y mujeres del planeta necesitan de estados presentes que trabajen activamente para que las desigualdades desaparezcan porque si hay desigualdad está faltando un derecho.
Pero, esta desigualdad se expresa de diferentes maneras en cada región, en cada país. No es lo mismo la ausencia de un derecho que la necesidad de ampliar y mejorar ese derecho. En un mundo desigual, la condición de los géneros se expresa y se desarrolla de distintas maneras.
Hoy nos toca reflexionar, una vez más, sobre la necesidad de no naturalizar las desigualdades, hemos avanzado y lo seguiremos haciendo y exigiendo que la igualdad no sea mera retórica. Ya se ha perdido mucho saber sin nuestra participación y perspectiva. Sigamos trabajando por todo lo que nos falta.
Cecilia Pittelli, Secretaría de Géneros y Diversidad de la Dirección Nacional del FG