La violencia contra las mujeres y niñas, así como disidencias sigue siendo un flagelo a escala mundial

La violencia contra las mujeres y niñas, así como disidencias sigue siendo un flagelo a escala mundial.

El patriarcado amenazado, despliega estrategias violentas a través de los movimientos antiderechos, grupos antifeministas y un individualismo a ultranza que no colabora con el enorme esfuerzo de tantos años de lucha y la necesidad de sostener y afianzar los logros colectivos en este presente conflictivo. La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

Lamentablemente los femicidios y transfemicidios se suceden cotidianamente. Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, ejemplo de ellas son las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.

Es por eso que desde el Frente Grande decimos ¡Rompamos el silencio! ¡Reforma judicial feminista! ¡No hay igualdad sin nosotras y nosotres!

Por Cecilia Pittelli -  Secretaría de Mujer, Género y Diversidad